Hicimos un viaje familiar a Pamplona, y aunque mi madre es de allí y los hijos ya lo conocíamos, cómo íbamos con los nietos decidimos hacer una visita guiada, para que ellos, y de paso los demás, nos enteráramos de cosas que quizá no sabíamos. Las edades iban de 10 a 88 años, éramos 22 y formábamos el grupo. El guía se llama, Saul, y lo primero que nos dijo, fue que aunque la visita era de dos horas, no había cogido más visitas para que disfrutáramos de ella. Lo primero que tengo que decir, es que se le ve que disfruta con su trabajo, cosa muy importante, pues lo trasmitió, y es de mucho agradecer.